LA REVISTA DE ACUARIO
Estimados amigos:
Deseamos compartir con ustedes un mail que recibimos, con recomendaciones
para combatir el cáncer, realizadas por el famoso Hospital "Johns
Hopkins" de Estados Unidos.
Si bien la institución declara "apócrifo"
al contenido de dicho mail, decidimos reproducirlo abajo, dado que
coincide plenamente con nuestra propuesta depurativa, nutritiva y
preventiva.
Además coincide también con los conceptos de investigadores
de la Universidad de Quebec (Montreal, Canadá) que han dado lugar al
libro "Los alimentos contra el cáncer,
la prevención del cáncera través de la
alimentación".
En este libro se fundamentan científicamente las virtudes
anticancerígenas de nobles alimentos naturales, como cítricos,
crucíferas, ajo, cebolla, cúrcuma, té verde, tomate, cacao, frutas de
bosque, derivados de la soja, fuentes de omega 3, vino tinto y
hortalizas en general.
Los investigadores canadienses sostienen que la
cotidiana terapéutica nutricional es tremendamente efectiva, económica
e inocua, aunque poco valorizada por la medicina ortodoxa.
RECOMENDACIONES PARA EL CÁNCER
1. Todos tenemos células cancerígenas.
Estas
células
no
aparecen en análisis estándares, hasta que no se hayan
multiplicado por billones.
Cuando finalizado un tratamiento, el médico
le dice a un paciente de cáncer que no tiene más células cancerígenas
en su cuerpo, esto sólo significa que el examen no es capaz de detectar las células cancerigenas, porque la
cantidad no resulta apreciable para un análisis normal.
2. Las células cancerígenas aparecen entre 6 a 10
veces
en la vida de una persona.
3. Cuandoel
sistema inmunológicode una persona es suficientemente
fuerte, las células cancerígenas son destruidas por aquel y
así se evita la multiplicación que da lugar a un tumor.
4. Cuando una persona tiene cáncer, esto indica que
dicha persona tiene múltiples deficiencias nutricionales; éstas
pueden ser genéticas, ambientales, alimentarias o debido al estilo de
vida.
5. Para solucionar estas múltiples deficiencias
nutricionales, el
cambio de dieta, incluyendo suplementos nutricionales, permitiría
fortalecer el sistema inmunológico.
6. La quimioterapia provoca el envenenamiento de las células
cancerígenas de rápido crecimiento, pero a la vez destruye células
buenas en el sistema óseo, en el tracto intestinal, etc. y puede
causar daños en órganos, tales como el hígado, riñones, corazón,
pulmones, etc.
7. La radioterapia, mientras destruye células
cancerigenas, también quema y daña células saludables, tejidos y
órganos.
8. El tratamiento inicial con quimioterapia y radiación,
a
menudo reduce el tamaño del tumor. Sin embargo el uso prolongado de
quimioterapia y radiación no conduce a la destrucción de más tumores.
La quimioterapia y la radiación pueden generar en las células
cancerígenas, mutación y mayor resistencia, dificultando
luego su destrucción.
La cirugía puede también provocar que
las células cancerígenas se dispersen hacia otros lugares del
cuerpo.
9. Cuando el cuerpo tiene demasiada carga tóxica,
producto de la quimioterapia y la radiación, el sistema
inmunológico queda comprometido o destruido; entonces la persona
puede sufrir varias clases de infecciones y complicaciones.
10. Una forma efectiva de combatir el cáncer es llevar
a
las células cancerígenas a "morir de hambre", evitando nutrirlas
con alimentos que las estimulen a multiplicarse.
Sugerencias de alimentación
para personas con células cancerígenas
1. El azúcar es un alimento estimulante del
cáncer.
Eliminando el azúcar de nuestra alimentación se elimina un alimento que
fortalece la proliferación de células cancerígenas.
Los sustitutos de
la azúcar, son fabricados con edulcorantes sintéticos dañinos (a
excepción de laYerba Dulce o stevia rebaudiana). Buenos
sustitutos del azúcar son la miel de abejas y el azúcar
integral de caña, pero siempre en pequeñas cantidades. A la sal
de mesa se le añade un químico para el color blanco, lo cual es
también un estimulante para el crecimiento de células cancerígenas.
La mejor alternativa es la sal marina integral.
2. La leche produce flemas en el cuerpo,
especialmente en el tracto gastro-intestinal. El cáncer se alimenta
de flemas.
Eliminando
el lácteo vacuno y sustituyéndolo con leches
vegetales, se consigue que las células cancerígenas mueran de hambre.
3. Las células cancerígenas se desarrollan en un
ambiente
ácido.
Una dieta estructurada en alimentos cárnicos es ácida,
por lo tanto es preferible ingerir pescado y carnes blancas.
La carne
roja también contiene antibióticos que se aplica al ganado, hormonas
del crecimiento y parásitos; todos ellos son dañinos, especialmente
para las personas con cáncer.
4. Una dieta elaborada con un 80 % de vegetales
frescos y jugos, granos, semillas, nueces y un poco de frutas,
estimularía a crear un ambiente alcalino (PH mayor de 7) en el
cuerpo.Alcalinidad es salud.
El resto de la
alimentación (20%) puede ser provista de alimentos cocidos como granos.
Un jugo de vegetales frescos provee enzimas vivas, las cuales
son fácilmente absorbidas, penetrando al nivel celular en 15 minutos, alimentando y estimulando rápidamente el
desarrollo de células sanas y saludables.
Para conseguir enzimas vivas que contribuyan a
desarrollar
células saludables, beba zumos, jugos o extractos de vegetales frescos
(la mayoría de los vegetales, incluyendo legumbres frescas). Además,
ingiera vegetales 2 o 3 veces al día.
Las enzimas son destruidas a
una temperatura de 40º C, por lo tanto cocine sus vegetales a
temperaturas inferiores; de esta manera preservará sus nutrientes, que son
perjudiciales para las células cancerígenas.
5. Elimine el café, el té y el chocolate, los cuales contienen cafeína.
El
té
verde es una mejor alternativa y posee propiedades que
combaten el cáncer.
La mejor agua para beber es el agua filtrada.
Esto evita conocidos tóxicos y metales pesados en el agua.
6. La proteína cárnica es difícil de digerir y consume
muchas enzimas digestivas. Los alimentos cárnicos no digeridos
permanecen en el intestino, transformándose en sustancias
putrefactas, lo cual conduce a la generación de más tóxicos.
7. La pared exterior de las células cancerígenas tienen una membrana
protectora de proteína. Comiendo menos alimentos cárnicos,
logramos dejar más enzimas disponibles para atacar la pared
exterior de las células tumorales, lo cual permite destruir un
mayor número de las mismas.
8. Algunos suplementos alimentarios (Essiac ó Tónico Herbario, antioxidantes,
vitaminas, minerales, etc.) ayudan a construir y a fortalecer el sistema inmunológico, lo cual
contribuye a que el propio organismo genere células que destruyen
las células tumorales.
Otros suplementos alimenticios, como la
vitamina E, estimulan el mecanismo natural del cuerpo para
deshacerse de células dañadas, no deseadas e innecesarias.
9. Las células cancerígenas no pueden operar en un ambiente
oxigenado.
Ejercicios diarios y respiración profunda, contribuyen a
que las células reciban más oxígeno. La terapia con oxígeno es
otro método para destruir células cancerígenas.
10. El cáncer es una enfermedad de la mente, del
cuerpo y del espíritu.
Una actitud proactiva y un espíritu positivo ayudan,
indudablemente, al portador de cáncer a sobrevivir. La ira, la soledad
y la tristeza provocan un fuerte estrés al organismo, creando un
medio
químicamente ácido y favorable al cáncer.
Por el
contrario, un espíritu lleno de amor y perdón, contribuirá a dificultar
el desarrollo tumoral.
Aprender a relajarse y a disfrutar
de la vida son herramientas útiles a la persona con el padecimiento.
Almacén Natural Prama
La Curación
del
Cuerpo Llega a través del Alma
Tarde o temprano todos los seres humanos enfermamos y el dolor reduce
nuestra capacidad para el trabajo y el placer, llegando incluso a
arrebatarnos la vida.
Sin embargo pocas son las personas conscientes de
que la enfermedad aparece cuando malgastamos nuestra energía.
Permitimos que nos la roben o la encarrilamos hacia objetivos erróneos.
Comprenderlo así nos abre el camino de la autocuración, un milagro
posible si interpretamos las dolencias del cuerpo como lo que lo de
verdad son: expresiones de un malestar espiritual que SI tiene curación.
Los miedos, las fobias, la falta de autoestima o el afán excesivo de
control pueden tener repercusiones físicas insólitas y de difícil
diagnostico, que solo podemos resolver aprendiendo a mantenernos en
contacto con nuestro YO mas profundo.
Aprender el lenguaje del sistema energético humano es un medio para
comprendernos a nosotros mismos, un medio para salir airosos de estos
retos espirituales.
Al comprender la anatomía de la energía
identificara las pautas o modalidades de nuestra vida, y la profunda
interrelación que existen en el funcionamiento de mente, cuerpo y
espíritu.
Este conocimiento propio nos proporcionara placer y paz mental, y al
mismo tiempo lo conducirá a la curación emocional y psíquica.
Nos rodea una energía emocional generada por experiencias interiores y
exteriores, tanto las positivas como las negativas. Estas fuerzas
influyen en el tejido físico interno del cuerpo. De esta manera, la
biografía de una persona, es decir, las experiencias que conforman su
vida, se convierte en biología.
LA BIOGRAFÍA SE CONVIERTE EN BIOLOGÍA
Nuestro cuerpo contiene nuestra historia, todos los capítulos, párrafos
y versos, línea a línea, de todos los acontecimientos y relaciones de
nuestra vida.
Un miedo, por ejemplo, activa todos los sistemas
corporales, el estomago se tensa, el ritmo cardiaco se acelera y tal
vez el cuerpo comienza a sudar.
Un pensamiento amoroso puede relajar
todo el cuerpo.
Todos tenemos sentimientos negativos, pero no toda aptitud negativa
produce enfermedad. Para crear enfermedad, las emociones negativas
tienen que ser dominantes, por ejemplo, una persona puede saber que
debe de perdonar a alguien, pero decide que continuar enfadada le da
más poder.
Continuar obsesivamente enfadada la hace más propensa a
desarrollar una enfermedad porque la consecuencia energética de una
obsesión negativa es la impotencia.
La energía es poder, y transmitir energía al pasado pensando
insistentemente en acontecimientos penosos resta poder al cuerpo, (o
sea lo debilita) y puede conducir a la enfermedad.
El poder (que nos da
la energía) es esencial para sanar y para conservar la salud. Las
aptitudes que generan sensación de impotencia no solo conducen a una
falta de estima propia, sino que también agotan la energía del cuerpo
físico y debilitan la salud en general.
EL PODER PERSONAL ES NECESARIO PARA LA
SALUD
Muchas personas desarrollan una enfermedad cuando pierden algo que para
ellas representa poder, como dinero, un trabajo o cuando pierden a
alguien a quien han investido de poder o de su identidad, como el
cónyuge, un progenitor o un hijo. Nuestra relación con el poder esta en
el núcleo de nuestra salud.
Para que una terapia alternativa tenga éxito es necesario que la
persona tenga un concepto interno del poder, una capacidad para generar
energía interna y recursos emocionales, como por ejemplo, creer en su
autosuficiencia.
Es necesario tomar conciencia de lo que nos da poder.
La curación de cualquier enfermedad se facilita identificando nuestros
símbolos de poder y escuchando los mensajes que el cuerpo y las
intuiciones nos envían acerca de ellos.
LA PERSONA PUEDE SANARSE SOLA
Curación total y cura no son lo mismo. Se produce una "cura" cuando la
persona ha logrado controlar o detener el avance físico de una
enfermedad.
Curar una enfermedad física, sin embargo, no significa
necesariamente que se haya aliviado también el estrés emocional y
psíquico que formaba parte de ella.
En este caso es muy posible, y con
frecuencia probable, que la enfermedad reaparezca.
El proceso de la cura es pasivo, es decir, el paciente se inclina a
ceder su autoridad al medico y al tratamiento prescrito, en lugar de
desafiar activamente la enfermedad y recuperar la salud.
La curación en
cambio es un proceso activo e interno que implica investigar las
aptitudes, los recuerdos y las creencias con el deseo de liberarse de todas las
pautas negativas que impiden la total recuperación emocional y
espiritual.
Conseguir salud, felicidad y equilibrio energético se reduce a centrar
mas la atención en lo positivo que en lo negativo y a vivir de una
manera espiritualmente coherente con lo que sabemos que es la verdad.
LA CONCIENCIA Y SU CONEXIÓN CON LA
CURACIÓN.
Durante las cuatro últimas décadas se ha escrito mucho sobre el papel
de la mente en la salud, nuestras actitudes tienen un papel importantísimo en la creación y la
destrucción de la salud corporal.
La depresión, por ejemplo, no solo
afecta a la capacidad de sanar, sino que deteriora directamente el
sistema inmunitario.
El enfado, la amargura, la rabia y el
resentimiento obstaculizan el proceso de curación o lo impiden
totalmente. La voluntad de sanar tiene un enorme poder, y sin ese poder
interior una enfermedad suele salirse con la suya.
LA CONCIENCIA Y LA MUERTE.
¿Significa
esto que las personas que no se curan no han conseguido
ampliar su conciencia?, NO, en absoluto.
Morir no significa no haber
sanado.
La muerte es una parte inevitable de la vida.
La realidad es
que muchas personas se curan de sus tormentos emocionales y psíquicos, y por lo tanto mueren "sanadas".
Al igual que nacemos en el momento idóneo para que nuestra energía
entre en la tierra, también hay un momento idóneo para dejar la tierra,
No tenemos que morir con dolor y enfermedad. La mente consciente es
capaz de liberar el espíritu del cuerpo sin tener que soportar el dolor
del deterioro físico. Esta elección la podemos tomar todos.
Tomar conciencia significa cambiar las reglas según las cuales vivimos
y las creencias que conservamos.
Nuestros recuerdos y aptitudes son
literalmente las reglas que determinan la calidad de vida y la fuerza
de los lazos con los demás.
¿PUEDEN SER CURADAS TODAS LAS
ENFERMEDADES?
Si, por supuesto, pero eso no quiere decir que todas las enfermedades
van a ser curadas. A veces una persona tiene que soportar una
enfermedad por motivos que le servirán para afrontar sus miedos y su
negatividad. Y a veces a una persona le ha llegado la hora de morir. La
muerte no es el enemigo; el enemigo es el miedo a la muerte.
Reseña del libro "ANATOMÍA DEL ESPÍRITU".